Korrasami: Una defensa

Parece medianamente común dentro del universo del fandom de Avatar encontrar resistencia ante el status canónico de la pareja de Korra y Asami Sato ("korrasami"), pese a haber sido confirmado por los propios creadores de la serie y a que la secuela de La Leyenda de Korra -el cómic "Turf Wars - Part One" -presentará al Avatar y a la ingeniera en una relación romántica, enfrentando nuevos enemigos y situaciones de peligro.

Dentro de la resistencia enunciada, la principal crítica es que no había narrativa para esta pareja; que su historia no fue propiamente desarrollada en el guión de la serie y que, de sopetón, se nos presentó en los últimos minutos del último episodio; que no hay antecedente alguno en ninguno de los cuatro libros que compusieron La Leyenda de Korra que permitiera al espectador siquiera conjeturar que Korra y Asami podrían tener un acercamiento de naturaleza amorosa.

Este artículo tiene como objetivo desarticular esa crítica, bajo la premisa de que "korrasami" no sale de la nada, sino que fue delicadamente orquestado y que eso comenzó tan temprano como en el Libro Tercero. Luego del triángulo amoroso de las chicas con Mako -y que nunca derivó en un enfrentamiento personal de ellas -vemos que comienzan a pasar más tiempo juntas y que, pese a cualquier animadversión que pudieran haber sentido la una por la otra, se llevan sorprendentemente bien.

En mi concepto, ese Libro es el arco de Asami para que se enamore de Korra, pero es todo muy sutil, casi a nivel de miradas, y su culminación está en la batalla con Zaheer. Korra sale de esa pelea terrible en su estado más vulnerable y Asami ofrece acompañarla en su proceso de recuperación en el Polo Sur. No es menor: Asami es rica, es una ingeniera brillante, es dueña y directora de la empresa más importante de su mundo; es como una versión femenina de Bruce Wayne y está dispuesta a dejar su vida llena de recursos (recursos de todo orden) atrás para ir con Korra al fin del mundo y estar con ella en una recuperación que ni siquiera es segura. Esa es la declaración de amor de Asami al Avatar.

Por su parte, Korra tendrá el Libro Cuarto para descubrir que también tiene sentimientos románticos hacia su amiga y el episodio "Korra Alone" es fundamental, porque allí se nos revela -y luego se confirma en el episodio de la reunión en el restaurant con Mako y el príncipe Wu -que Korra sólo mantuvo correspondencia con Miss Sato. O sea, entre el Libro Tercero y el Libro Cuarto esas dos mujeres se convirtieron en confidentes. En el mismo episodio del restaurant ocurre que el príncipe Wu es secuestrado y la secuencia de la persecución es un testimonio silente de la sincronización que hay entre Korra y Asami: la ingeniera sube a su satomóvil y decide tomar la autopista, por encima de la camioneta que lleva al abducido, para que el Avatar salte y logre detener al vehículo.

Jamás se miran ni se hablan para diseñar y ejecutar ese plan; sencillamente están en sintonía y que Mako esté presente es otro guiño: están mucho más conectadas entre ellas de lo que pudieron estar con él. Por otro lado, que Korra, en el marco de un matrimonio, tenga esta conversación tan significativa con Asami, donde le pide perdón por haberse ido es su propia declaración de amor hacia ella. Korra también abandonó por tres años a Mako, a Bolin, a Tenzin y su familia y, sin embargo, no se disculpa con ellos.

Por último, su invitación al mundo de los espíritus es la culminación orgánica de esta relación de la que ahora, libre del veneno, libre de temores, reconciliada con este enemigo formidable que fue Zaheer y consigo misma, se puede hacer cargo. La configuración de "korrasami" a partir de estas pequeñas pistas es orgánica, porque es muy similar a cómo nos enamoramos en la vida real. El amor nace no de un encuentro casual ni de un mágico cruce de miradas, sino que nace con el paso del tiempo. No es que ellas se miraron, se flecharon y en la series finale decidieron estar juntas, sino que tomaron la oportunidad de conocerse primero, y en ese tránsito -donde importa tanto lo que se dice, como lo que no se dice; lo que se ve, como lo que no se ve - descubrieron que se querían de esta nueva manera.

Además, estos indicios amorosos que dispusieron quienes escribieron la historia dan cuenta de la delicadeza de su guión, donde la relación de estas mujeres no es explícita, ni siquiera en los últimos minutos del visionado. No necesita serlo, pues los guionistas han confiado en que el espectador podrá deducir por sí mismo el verdadero significado de los símbolos que se han dejado a su interpretación. 

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